SIGNIS Colombia – Óscar Elizalde Prada
Cada vez es más evidente que, ante los grandes y vertiginosos cambios que caracterizan la era digital, se hace necesario encarar este nuevo areópago con pertinencia y creatividad. Sin ánimo de ofrecer un recetario, se insinúan algunas pistas para acompañantes, a modo de provocación:
1. Saldar la brecha digital. Acompañar a las nuevas generaciones que, por lo general, conviven entre dispositivos tecnológicos y en un mundo atravesado por la digitalidad, conlleva la tarea de informarse y actualizarse, permanentemente, para comprender sus realidades, lenguajes, miradas… No se puede perder de vista que uno de los desafíos permanentes es ‘tocar el corazón’.
2. Más movilidad sin perder profundidad. Ante una sociedad mediatizada en constante movimiento, ‘ligera de equipaje’, con frecuencia adaptada al tamaño de un smartphone o de una tableta, donde los mensajes y las imágenes vienen y van efímeramente, los dispositivos digitales pueden cumplir una importante función en el arte de acompañar las culturas juveniles. Con todo, uno de los mayores desafíos del acompañante estriba en su capacidad de movilidad, sin caer en la superficialidad, preso de la inmediatez. El acompañamiento requiere profundidad y, por supuesto, tiempo para escuchar, conversar, reflexionar y discernir.
3.Sensibilidad narrativa digital. La era digital ha traído consigo nuevas narrativas: videos virales, tendencias en imágenes (Instagram), trinos (Twitter), posts (Facebook), flashmobs tan sorprendentes como inusitados, así como series y mini-series para todos los gustos… Estar atento a los formatos digitales en los que se condensan los relatos que impactan o, quizás, ‘consumen’ a las juventudes, no solo podría ayudarnos a situar nuestro ministerio de acompañantes, sino que también podría estimularnos a adaptar nuestras propias narrativas a estos nuevos formatos.
4. Internet saludable. No cabe duda que uno de los mayores retos es gobernar las redes sociales, so pena de dejarse gobernar por ellas. La pedagogía del cuidado tiene mucho que aportar en este asunto, máxime cuando emergen nuevas adicciones: del like al cyberbullyng muchas veces no hay sino un paso. Por otra parte, muchos ya plantean el ocaso del like, a favor de una cultura digital más auténtica y veraz. Se hace necesaria, por tanto, una actitud ‘vigilante’ para que las herramientas tecnológicas no terminen convirtiéndose en interruptores sin fin.
5. Ponerse en el lugar del otro. La sociedad red reclama nuevas y creativas formas para asumir la ‘cultura del encuentro’. Es preciso redescubrir nuestra vocación de servicio, salir al encuentro del otro en esta era de cambios, y re-crear nuestro ecosistema comunicativo en clave de proximidad, asertivamente.
6. Priorizar el trabajo colaborativo. Dice un proverbio africano que ‘para ir rápido, vaya solo. Para ir lejos, vaya junto a otros’. Acompañar a los jóvenes en la era digital supone estar dispuesto a construir y a aprender con ellos. Se trata, por tanto, de sentirnos ‘enlazados’ y corresponsables en la tarea comunicativa.
7. Humanizar la red. El papa Francisco, en el marco de la Jornada Mundial para las Comunicaciones Sociales de 2019 [1] ha destacado la necesidad de trasladar la metáfora de la red a una dimensión antropológica para recuperar la fuerza de la ‘comunidad’ y su potencial solidario, profundamente humanizante. De ahí que pasar del like al amén es la consigna de una comunidad dispuesta a humanizar la red con la fuerza de la verdad y del Evangelio. Necesitamos generar no solamente conexiones sino auténticas experiencias de comunión.
Frente a la misión de acompañar a los niños y a los jóvenes en la escuela urge un “nuevo Pentecostés”, pleno de nuevos lenguajes, de nuevos métodos y de una pasión renovada por el ser humano que navega –¿o naufraga?– en los inconmensurables océanos digitales.
[1] El mensaje del papa Francisco para la 53ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales se encuentra disponible en el sitio web de la Santa Sede: http://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/communications/documents/papa-francesco_20190124_messaggio-comunicazioni-sociali.html