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Desde la capital de la juventud

Sebastián Sansón, participante del segundo encuentro presencial de SIGNIS ALC Joven, transcurrido en Ciudad de Panamá, entre el 21 y 27 de enero de 2019, nos trae esta crónica sobre el evento.

 

SIGNIS Uruguay Joven – Sebastián Sansón Ferrari *

 

“Nos vemos en Panamá”. La frase que causó furor en las redes sociales desde julio de 2016, cuando se anunció que la próxima Jornada Mundial de la Juventud sería en Panamá, pero amplió su alcance en los días previos a la semana del gran evento para la juventud católica.

 

La ciudad se convirtió en la “capital de la juventud”, como lo dijo su arzobispo metropolitano, Mons. José  Domingo Ulloa Mendieta, en la santa misa de apertura: “En el que con el cálido calor humano, y también, del clima para esta época, crean las condiciones propicias para que puedan convivir entre sus pares compartiendo sueños, esperanzas y proyectos, que por la fuerza del Espíritu Santo, los comprometan a hacer la revolución del amor, que no será fácil, pero tampoco imposible si la confianza, como María, la colocamos en Dios”.

 

Para 16 jóvenes de 10 asociadas de Latinoamérica y el Caribe este mes tuvo un componente especial. Por un lado, realizamos el segundo encuentro presencial de SIGNIS ALC Joven, un programa que comenzó en noviembre de 2017 y buscó formar jóvenes líderes comunicadores que trabajen por una comunicación solidaria y enfocada hacia la comunidad, con la noción de que otra comunicación es posible.

 

Acompañaron Jaime Carril (asesor metodológico del programa y principal facilitador), Majo Centurión (vicepresidenta de SIGNIS ALC) y Claudia Oleas (periodista de la Secretaría Ejecutiva). Por otro lado, participamos como voluntarios de prensa en tres áreas: radio, televisión y redes sociales, junto con el equipo de comunicación de la JMJ.

 

Nos levantábamos sobre las 06:30, para compartir el desayuno y salir hacia el sitio del encuentro. La jornada comenzaba a las ocho de las mañana con la oración, que cada mañana consistía en una dinámica libre por grupos, en torno a un altar simbólico armado para la ocasión. Siguieron con intervenciones a distancia de Carlos Ferraro, presidente de SIGNIS ALC, y Ricardo Alvarenga, miembro de SIGNIS Brasil.

 

De hecho, todos los presentes coincidimos en señalar a SIGNIS Brasil como un referente sobre el trabajo que realiza, sobre todo con sus campañas que han ejercido un impacto trascendiendo la prensa católica; en concreto, “Francisco Estou Aquí” y “Eu Migrante”.

 

Cada joven presentó los logros de los proyectos en los que han trabajado en sus respectivos países, para dar respuesta a las temáticas que han constatado como prioridades, a partir de un diagnóstico inicial sobre sus realidades sociales, políticas y culturales.

 

A su vez, se esbozaron algunas líneas de trabajo para los próximos meses, para potenciar los proyectos y brindarles una mayor difusión. Este encuentro presencial concluyó una fase del programa, pero ahora se busca continuar con el fortalecimiento de cada asociada y su proyección cada vez mejor articulada con SIGNIS ALC.

 

Al mediodía, nos separábamos en equipos para almorzar e ir hacia los puestos de voluntariado, que se extendían, por lo general, entre las 14:00 y las 19:30 horas. Allí, las tareas eran diversas: transmitir en vivo desde los eventos para las redes sociales, conducir un noticiero por la web TV, retransmitir todos los acontecimientos en los cinco idiomas oficiales por JMJ Radio (español, inglés, francés, portugués e italiano), escribir artículos para web, tomar fotos y realizar piezas audiovisuales.

 

Además, tuvimos la oportunidad de visitar el Casco Antiguo, recorrer varios centros comerciales y asistir a los eventos centrales con el Papa Francisco: su llegada, la ceremonia de bienvenida, el viacrucis, la vigilia y la misa de envío.

 

En la noche del sábado 26 al domingo 27, varios compañeros pernoctaron en el Campo San Juan Pablo II, descansando en sus sobres de dormir, aunque durante un período muy corto, ya que la actitud de recogimiento propició una oración reposada con los ojos puestos en Jesús Eucaristía.

 

A las cinco de la mañana del domingo, ya los animadores empezaron a lanzar, desde el escenario principal, potentes invitaciones a levantarse; iban dirigidas, de modo especial, a quienes estaban instalados en el área que separaba a los dos vallados, que era de gran flujo de peregrinos, por lo que debía ser despejada con prontitud.

 

La cena era un espacio para la distensión y, en una de las oportunidades, varios integrantes de la delegación de SIGNIS ALC Joven fueron al bar “Karaoke 50”.

 

En la noche del viernes 25, se realizó el cierre oficial del evento con una convivencia en Obarrio Casa Club y con la entrega de certificados que fueron expedidos en conjunto con la Arquidiócesis de Panamá, quien otorgó el aval al programa de formación a través de la firma de la periodista Eunice Meneses Araúz, la directora de su Oficina de Prensa.

 

En dicho contexto, cada uno exteriorizó, de modo sosegado y sincero, con palabras que a veces eran muy pausadas por las lágrimas de emoción, sus sentimientos de inmensa gratitud tras la intensa semana compartida.

 

En el voluntariado de prensa, en los momentos más espirituales, en las caminatas por la ciudad no fuimos meros participantes de “un encuentro presencial de SIGNIS ALC Joven”, sino una sólida comunidad de hermanos en la fe, que, además de tener en común este regalo de Dios, comparte una vocación (la de comunicadores, en la riqueza de sus diversas manifestaciones) y una misión: comunicar ese “otro mundo posible” desde nuestras respectivas asociadas y comunidades eclesiales.

 

Cuando tomé el Uber hacia el aeropuerto de Tocumen antes de emprender el vuelo de regreso a mi querido Uruguay, comenté al conductor mis pareceres generales sobre la experiencia.

 

Me escuchó con atención. Le pregunté qué sentía al respecto. Me aseguró que fue en diciembre de 2018 que se empezó a dimensionar, de a poco, la magnitud de la realidad que estaban a punto de vivir como panameños, acogiendo un acontecimiento de esta envergadura, que constituyó una gran novedad para el país centroamericano.

 

Hacia los locatarios nos vamos con un corazón agradecido: desde el primer momento, estuvieron atentos, dispuestos a ayudarnos, llevarnos, traernos, brindarnos información, evacuarnos dudas, prestarnos colchones, rezar con nosotros y acompañarnos en diferentes instancias.

 

Ahora, solo resta, en nombre de cada uno de los jóvenes comunicadores que asistimos, dirigir un sentido “gracias” por esta entrega generosa y expresar nuestro interés de prepararnos, en la medida de nuestras posibilidades y circunstancias, para volver a vivir la Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2022. Si Dios así lo permite, será “falando português”. Y, en vez de ser “súper chévere”, será “muito legal”.

 

*Participante del segundo encuentro presencial de SIGNIS ALC Joven y del Laboratorio de Comunicación SIGNIS COMMLab 2018.